lunes, 25 de enero de 2016

La gran incógnita y tú

Por la luna que nos vio caminar
Debería decirte todo aquello que sólo descubro en la noche:
Tengo demasiados amigos y pocos secretos.
Tú tienes sueños que se alimentan
De la luz del día,
Del sonido de mis suspiros,
De lo externo.
No soy en un mundo en el que no puedo ser.
Voces que no me representan
Dicen que hablan por mí.
Y las risas,
Y los gritos,
Y la música,
Amortiguan mi caída a lo mundano.
Tú sigues soñando,
Comprendo que no sé ser feliz.
Despertaré en medio de un delirio,
Sombras me darán de beber
De sus lágrimas destiladas,
Yo viviré.
¿Y tú?
¿Quién podrá saber de ti mañana,
Si eres viento entre los dedos
De mis manos abiertas?

Mañana no estaré aquí

Amenázame,
Aráñame la piel hasta rozar mi alma.

Suspiras en mi oído y me pongo tonta.
Eres tan duramente delicada,
Tan difícil.

Mañana te juro que te muerdo;
Pero hoy no,
Hoy déjame contemplarte desde lejos.
Adoro cómo caminas,
Cómo respiras,
Cómo te miras mientras te maquillas.

La violencia de nuestros besos se apacigua,
Me coges de la mano,
Y yo te beso la mejilla.

Sonríeme,
Qué guapa estás.

Mañana te invito a un café;
Pero hoy no,
Hoy déjame morderte el corazón,
Necesito más veneno de ese que me reservas

Melopea dominguera

¿Eres feliz?
Porque sin darme cuenta
Cada latido de mi corazón está condenado
A que sonrías.
Y en cambio tú...
Has dejado de cantar para mí.
"Pero me da igual,
No me importas,
No sabes valorar lo que tienes;
Y encima sólo sabes lamentarte"
Una carcajada con lágrimas en los ojos,
Eso es lo que soy ahora.
33 pisos me separan del suelo,
Estoy más cerca de las nubes que de tu calor;
Y te echo de menos,
Pero ni te lo crees
Ni le das valor.
Me quitas las ganas de sentir
De vivir
Y de creer en ti.